Puntada sin dedal es un proyecto de creación e intervención de prendas de vestir, accesorios, bisutería, ropa de hogar, producida por mujeres y jóvenes en condición de vulnerabilidad (desplazamiento, excombatientes, migrantes, pobreza extrema) donde se generan lazos colaborativos, el rescate de técnicas y oficios locales como la confección, el tejido, la pintura y el bordado y la reutilización de materiales con el fin de convertir la indumentaria, y artículos de uso cotidiano en su medio de expresión, reflexión educación y sobrevivencia.

La iniciativa nació de la Fundación Enfances 232, ante la necesidad de las usuarias: desplazadas y excombatientes, mujeres con baja escolaridad y baja formación laboral, a fin de generar empleos a la población atendida, que no ha podido tener un acceso a un empleo formal, por su nivel educativo al no poseer competencias laborales que demandan las empresas, y por acciones discriminatorias.

"Esta propuesta beneficia a mujeres y a sus familias, es una apuesta que promueve el uso responsable de los recursos, la reutilización de la materias primas, la reducción del consumismo, la equidad, la inclusión social, la permanencia de los y las excombatientes en la sociedad civil.

En cifras el proyecto impacta actualmente a:

• 20 mujeres en proceso de reintegración y reincorporación

• 30 mujeres en situación de desplazamiento

• 20 mujeres de la comunidad afro de Santa Cecilia( Pueblo Rico)

• 120 niños, niñas, jóvenes y mujeres en situación de vulnerabilidad"

"La idea del proyecto es que les permita a las usuarias poder aprender y adquirir autonomía económica y personal, respeto por la diversidad y multiculturalidad, compromiso con la preservación del medio ambiente, creatividad, empatía, solidaridad, capacidad crítica y autocrítica, capacidad para actuar en nuevas situaciones, capacidad creativa, capacidad de trabajo en equipo, compromiso con su medio sociocultural, compromiso ético.

También el reconocimiento de la identidad personal y colectiva, recuperación de la memoria histórica.

Adquiriendo estas habilidades, capacidades y fortalezas se lograría aportar a la construcción de sus identidades empoderadas e independientes capaces de crear y promover estilos de vida que les traigan beneficios a las usuarias, a sus familias y a la comunidad. A partir de la inversión que se pueda ir consiguiendo se promovería la capacitación técnica y el aporte a beneficios de seguridad social y afiliación a beneficios laborales, trayendo consigo ampliar su capacidad económica para su bienestar."