julio 26, 2021

 

¿Qué sería de la vida cotidiana de las personas sin agua? ¿Sabes que en el mundo hay millones de personas que sobreviven sin la oportunidad de contar con el servicio de agua potable? Según el último informe de agua potable, saneamiento e higiene en el mundo realizado por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, estos factores son reconocidos como un derecho, motor de impulso para el progreso de las comunidades. Se estima que más de 2 mil millones de personas en el mundo carecen del servicio de agua potable.

El panorama en Colombia, aún más, en poblaciones rurales, no cambia. Por lo menos 3 millones de las personas que habitan el campo colombiano (11.653.673 personas) no cuentan con acceso a los servicios básicos de agua potable, y más de la mitad se encuentran sin acueductos y alcantarillados, lo cual equivale al 28% de la población rural colombiana, según cifras a 2015 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.

Bajo este panorama nace un modelo de negocio desde el emprendimiento social para mitigar esta problemática en ciudades costeras del país, territorios donde paradójicamente abundan los recursos hídricos.

Muchos de los que viven rodeados de agua, quienes disfrutan de las playas, del agua de mar, quienes tienen el océano como el paisaje para admirar desde sus ventanas, no cuentan con la prestación del servicio básico de acueducto. Para estas zonas, principalmente en San Andrés de Tumaco, donde nació este emprendimiento social, las condiciones de acceso a servicios de saneamiento básico, en ocasiones, es un lujo.

“Desalinización solar se trata básicamente de quitarle la sal al agua de mar para producir agua potable con el propósito de entregársela a comunidades que estén en situación vulnerable por falta de acceso a este servicio en el país”, expresa Julio César Enríquez.

Escucha el podcast «Emprendimiento Social de la Semana RECON – Desalinización Solar»

‘El Profe’, como es conocido Julio César, es un ingeniero ambiental, maestro, investigador, orgullosamente Nariñense, que vivió en el territorio y sintió lo que es vivir sin agua potable, a pesar de estar rodeado de océano, dueño de más del 90% de agua en el mundo.

“Esto ocurrió en 2012 cuando surge una idea de investigación en ingeniería ambiental debido a la problemática de Tumaco, donde existen muchas problemáticas sociales, pero me centré en usar la energía solar para aportar en la solución de acceso a agua potable de calidad. Vivimos en un planeta que tiene 97% de agua de mar, que no se puede tomar directamente, pero que con buenas ideas, con emprendimiento, creyendo en uno mismo, que se puede ayudar, se hallan soluciones alternativas como ésta”, explicó

Aunque el adagio popular reza que “un vaso de agua no se le niega a nadie” en Colombia existen regiones, principalmente rurales, donde es muy difícil calmar la sed. Nariño, Putumayo, la región Caribe, el Pacífico, la Amazonía, muchos territorios en Colombia ingresan en esta lista. Es por esta razón que desde la sociedad civil nacen iniciativas de que se convierte como “agua para el sediento”, “como anillo al dedo” para mitigar estas necesidades.

“Afortunadamente tuve el honor de trabajar 4 años en Tumaco con muchas comunidades, estuve viviendo en sus condiciones, entonces me inspiró fue el vivir la vida cotidiana, sus necesidades y poder tener la vocación y oportunidad de aprovechar lo que nos da Dios, como los factores climáticos, el agua en cantidades para producir un servicio que sirva sosteniblemente a estas comunidades. Tumaco tiene problemas de desplazamiento, pobreza, inequidad, pero también tiene ventajas que para este proyecto son aprovechables para el impacto social, como la radiación solar, la fuente hídrica”.

Contextos que inspiran a avanzar

Cuenta Julio, que en este territorio que le inspiró, existen comunidades que sacan el agua de pozos o usan agua lluvia almacenada en tanques con pocas condiciones de salubridad. Incluso, que la adquisición de agua potable en los comercios es uno de los rubros más altos que las familias deben asumir si desean conseguir el líquido. Con este panorama en mente, Desalinización Solar avanza en la sostenibilidad y replicabilidad de este modelo de negocio social, una idea amigable con el medio ambiente de bajo costo para los más necesitados.

“Los resultados obtenidos han demostrado que el sistema funciona, obteniendo en promedio 4.5 litros por metro cuadrado de agua salada, esto dependiendo del comportamiento climático. Si bien la desalinización existe, este proyecto mejora ese proceso con energías renovables para contribuir al municipio para que esas comunidades accedan a esta tecnología de alto impacto y bajo costo” precisa este innovador social líder de Desalinización Solar”.

Mirando la problemática mucho más allá, la problemática del agua y su abastecimiento es un tema social que atraviesa por la inequidad de género. Según datos de la ONU, en los hogares donde carecen de servicios básicos como el del agua potable, es la mujer, niña o adulta, quien invierte tiempo en salir en búsqueda del líquido vital. Las cifras de la UNICEF expresan que a nivel mundial las mujeres y las niñas pasan colectivamente 200 millones de horas todos los días recolectando agua. ¿Por qué no apostar por estas innovaciones sociales que llegan con alternativas y elementos básicos para su ejecución a la mano?

Desalinización Solar, emprendimiento que se pone al servicio de las comunidades afectadas por la falta de cobertura de servicios básicos de acueducto y saneamiento, fue ganador de la convocatoria RECON 2019 en la categoría medio ambiente. Con el capital semilla se encuentra en proceso de construir la planta piloto que permita masificar este modelo de negocio, para avanzar en impacto, sostenibilidad y replicabilidad.

https://youtu.be/4fYxP6G596s