marzo 26, 2018

De Montería, Córdoba; llega un proyecto liderado por el docente y pintor Idelfonso Mestra, es una iniciativa que busca la elaboración de obras de arte con el almidón de la yuca que usualmente es desechado, para reutilizar este desecho que es contaminante y brindar la posibilidad a los estudiantes de trabajar con materiales de bajo costo debido a sus limitaciones económicas. Casabe al arte recibió el reconocimiento a mejor iniciativa de emprendimiento social de la convocatoria RECON en la categoría de Prácticas artísticas, culturales y deportivas.

Durante la ceremonia de reconocimiento Idelfonso manifestó que: “el arte es tan esencial como saber leer o escribir, ayuda  a los seres humanaos a soliviar las cargas de la vida. Convertí el casabe en acuarelas, temperas.”

En una tierra donde la violencia ha liderado por años, la esperanza es poca y la pobreza mucha llega un héroe invisible que ha transformado todo un contexto. Ha influenciado positivamente las vidas de muchos jóvenes y les ha enseñado a trabajar con creatividad y recursividad.

Idelfonso Adán Mestra Madera es licenciado en filosofía, teología especialista en docencia, maestro de la institución educativa San Isidro en el área de religión y arte, tiene 10 años de estar nombrado por meritocracia. Cuando le asignaron el área de arte los estudiantes de esta institución tenían 17 años de no ser instruidos en esta área dejando un vacío en la parte creativa de los estudiantes, además el arte esta tan esencia en la comunicación como saber leer y escribir, se dio inicio a un proyecto de investigación de tomar materiales del contexto que sirvan como base para el área del arte, remplazando a los vinilos, acuarelas, temperas y óleos. También vale mencionar que en un principio los estudiantes plasmaban las pinturas con las manos por eso se dieron a la tarea de elaborar sus propias herramientas.

Con este proyecto se benefician 350 estudiantes de la zona rural del municipio de Montería – Córdoba. Es importante anotar que además de ser un contexto rural, es muy pobre y violento. La mayoría de los estudiantes tiene el núcleo familiar destruido, viven con abuelas, tías, madrinas, madres cabezas de familias o solo con su papá, esto origina desequilibrio emocional en los estudiantes provocando bajo rendimiento académico y poco interés por la escuela.

Uno de los grandes beneficios del proyecto es que funciona como catarsis para que los estudiantes tengan un equilibrio emocional, otro aspecto es que sirve de resiliencia superando las dificultades y teniendo proyectos de vidas, sueños, ilusiones e interés por la escuela.

Hijo de campesinos de córdoba desplazados por la violencia, esto lo ha llevado a tener una gran solidaridad con sus estudiantes, trabaja de lunes a sábados y cada hora que dedica a sus estudiantes lo hace sentir que ser maestro vale la pena. Muchos de los jóvenes han atravesado por muchas situación similares a las suyas, así que estar imerso en el contexto de una escuela rural y tener este proyecto de vida es un aliciente para apoyar la construcción de sueños e ilusiones; el gusto por el arte forma es una herramienta para formar mejores seres humanos, para contribuir a la equidad social en niños y jóvenes campesinos.

En Colombia estamos viviendo un proceso del postconflicto y el arte es necesario para sanar los 50 años de guerra que ha vivido el país, el arte sana heridas y aporta en el proceso de reconstrucción del tejido humano.

Ildefonso, busca ser un referente de recursividad, de crear arte con materiales del contexto, espera la mayor difusión de esta iniciativa para que otros se beneficien de ella.

Este es el vídeo con el que participó de la convocatoria: