diciembre 17, 2023
Frutichar: sembrando oportunidades para cosechar los frutos de la paz
Por: Nevis Cadena Obando, CEO de Frutichar BIC SAS
Comparto en este Día de los Derechos Humanos, el poder que tiene una oportunidad para transformar las narrativas territoriales del no se puede hacerlo posible. Me complace compartir la inspiradora historia de Frutichar, una empresa social de El Charco, Nariño, que, a través de poner por encima la capacidad de los jóvenes ante la adversidad, se encarna la esperanza de cosechar los frutos de la paz a través del respeto a la dignidad humana.
Entre 2006 y 2008, más de 14 mil familias fueron desplazadas de la zona rural del Municipio de El Charco debido a los intensos enfrentamientos entre el Ejército Nacional de Colombia y las FARC. Esta difícil situación se convirtió en la vivencia compartida por los adolescentes que, más adelante, fundarían la empresa social Frutichar BIC SAS. A pesar de las secuelas dejadas por el desplazamiento, nuestra determinación por acceder a la educación no ha disminuido, al contrario, guiados por la aspiración de generar un cambio positivo en nuestro territorio, ha aumentado.
Al acercarnos a la finalización de nuestros estudios de bachillerato en el año 2010, se presentó una oportunidad significativa para nosotros. La Embajada de Canadá, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Gobernación de Nariño nos brindaron la posibilidad de participar en el Programa Creciendo Juntos. Este programa tenía como objetivo afrontar efectos estructurales del conflicto, generando opciones de vida digna para los y las jóvenes rurales entre 15 y 26 años y sus familias, con un enfoque de derechos, poblacional y territorial.
En el marco del Programa Creciendo Juntos, nace Frutichar en 2014, creada por 14 jóvenes (50% mujeres y 50% hombres), todas víctimas del conflicto, con el propósito de establecer oportunidades económicas lícitas, dignas y sostenibles a través de la siembra, transformación, comercialización y visibilización de frutas nativas de El Charco. Inicialmente, pensado para trabajar con 50 familias cultivadoras de coca. En la actualidad, Frutichar se ha consolidado como una empresa social cuya misión es fomentar la resiliencia comunitaria en contra de actividades ilegales y socialmente perjudiciales en áreas rurales marginadas y entre comunidades indígenas y afrodescendientes. Esto se logra mediante la producción, compra, transformación y comercialización de frutas exóticas nativas de la región, como açaí, arazá y borojó, contribuyendo al fortalecimiento de los mercados locales.
El impacto resultante incluye el fortalecimiento de la gobernanza, el desarrollo humano y la protección de los derechos, así como la preservación de las identidades culturales y el fortalecimiento sostenible e inclusivo del ecosistema regional. Al contribuir a la soberanía alimentaria de las comunidades con las que colabora, Frutichar desempeña un papel crucial en la consolidación de la paz en Colombia, haciendo que las alternativas ilícitas sean menos atractivas.
Frutichar se compone de tres elementos clave: productivo, social y ambiental. En la actualidad, comprende una Asociación de Productores Frutichar – PETRICOR, integrada por 700 familias afrocolombianas e indígenas (liderada por 405 y 295 hombres), con las que cultiva 700 hectáreas de naidí (açaí) y conserva 1.100 hectáreas bajo acuerdos de cero deforestación. La iniciativa ha fomentado el uso agroecológico del naidí para la producción y comercialización, generando pulpa de alta calidad en beneficio de empresas locales, regionales y nacionales. A nivel social, ha brindado apoyo a 700 familias, generando una rentabilidad promedio del 50%, y ha trabajado con jóvenes víctimas del conflicto armado.
Desde el punto de vista ambiental, la iniciativa contribuye al mantenimiento sostenible de los bosques y ecosistemas locales. Actualmente, Frutichar y las 700 familias de PETRICOR se encuentran en la construcción de la primera planta de transformación industrial para el Pacífico Nariñense, con la expectativa de aprovechar toda la producción de naidí para llevarla al mercado nacional e internacional. Aunque los desafíos han estado presentes en todo momento, la resiliencia juvenil y la consolidación de Frutichar como referente les permiten contar con aliados para continuar persiguiendo el sueño de que la paz es posible mediante oportunidades concretas.