noviembre 26, 2023
Por: Viviana Mantilla
Emprendedora Social Tejedoras Ambientales de Maraka
Acepté la invitación a escribir este blog porque qué valioso es que los aprendizajes, la experiencia de estos años y el camino que se ha hecho les pueda servir de orientación, o por qué no, de inspiración, a quienes quieran ser emprendedoras sociales y apostarle a la transformación de su entorno y de su territorio .
Hablar de oportunidades a veces se torna como una palabra que se asemeja a escasez. ¡Realmente las oportunidades son para todos! ¡Para todas!
Pero ¿todas tenemos igualdad de oportunidades?
Les cuento: Soy oriunda de un territorio maravilloso, fronterizo con Venezuela, soy del departamento de Arauca, más exactamente del municipio de Saravena… un territorio de tierras productivas como el plátano, el cacao, zona petrolera, rico en fauna, flora, recursos hídricos y paisajes de ensueño. El clima varía entre los 25 a 30 grados dependiendo del municipio que estés. Son 7 y cuentan con grandes extensiones en zona rural.
Allí donde quiero enfocar la mirada de este artículo y contarles de la mujer rural: la mujer rural Araucana y el aporte de transformación logrado por medio del emprendimiento social.
La mujer rural Araucana es bondadosa, amplia, servicial, desprendida, alegre, pasiva y paciente. Llegar a la casa de una mujer rural Araucana es que te reciban siempre con una gran sonrisa, con mucha comida en la mesa y con un buen tinto cerrero para tener una buena conversación. La mujer rural Araucana vive rodeada de del ruido de naturaleza y del silencio de la contaminación de los carros, porque para ir a los pueblos cercanos hay que tomar el único carro de línea que pasa en la mañana.
Viven en el silencio de la tecnología porque a veces cuando llueve no hay señal o simplemente cuando se va la luz solo queda esperar a que llegue para poder enviar un WhatsApp, ya que la señal de los operadores no llega. Esto lo he podido evidenciar durante el trabajo realizado en el corregimiento de Aguachica, Arauquita, a dos horas de camino de mi pueblo Saravena. En Aguachica es donde nace el programa Tejedoras Ambientales de Maraka para empoderar económicamente a la mujer rural de Arauca al tiempo que protegemos el medio ambiente.
Han sido 5 años de grandes desafíos y grandes aprendizajes, pero que al haber conectado con el encanto de la mujer rural me transformó la vida, me conectó con mi propósito de poder brindarles herramientas para proteger la tierra libre de bolsa Plástica y ser una alternativa de ingresos para ellas y sus familias. Es más que el punto de inflexión como emprendedora. Importante poder brindarles bienestar social y oportunidades a las mujeres de la tercera edad, a las madres cabeza de hogar, migrantes, víctimas del conflicto armado, donde todas ellas tienen algo en común: la violencia económica y la desigualdad.
Un hombre en el campo gana el día de jornal 50 mil pesos. La mujer rural puede estar ganándose 15 mil pesos. 3 de cada dos mujeres en Colombia sufren de violencia económica y yo en un momento de la vida hice parte de estas cifras, por lo que entendí que el compromiso y razón de ser del programa de Tejedoras Ambientales era a partir de una experiencia personal vivida en otro país hace algunos años. Mi subconsciente afloraba y sin saberlo, estaba empoderando económicamente a mujeres rurales para que no pasaran por lo que tuve que pasar por no tener ingresos.
El reto de emprender socialmente fue entender cuál era la problemática a la cual yo le estaba brindando solución. Gracias a RECON pude entenderlo. Entender qué era ser un emprendedor social y el gran significado de serlo. Es lo mejor que me ha pasado en la vida. Poder impulsar a la mujer rural aportarle oportunidades por medio de proteger la madre tierra descontaminándola de la bolsa plástica que se transforma en accesorios, que a su vez les genera ingresos a través de comercializar los productos.
Las oportunidades sí existen. Hay muchas pero hay que buscarlas. Para mí la convocatoria de RECON fue esa puerta para un mundo de posibilidades! Y fue el camino para entender cómo una mujer empresaria puede abrirle camino a los demás para poderles aportar bienestar y apostarle a transformar su territorio luego de una experiencia personal. Ha sido maravilloso pero he enfrentado momentos de incertidumbre, de confrontación personal, de crisis existenciales, momentos de inquietarse por ver sostenible el proyecto. Pero algo que me ha mantenido firme es la convicción de creer en la transformación social, de estar convencida que mi proyecto le aporta a las mujeres vulnerables.
Cuando escucho palabras como «además de generar ingresos estar en el programa me ha permitido interactuar con más mujeres, algo que no hacia tras la muerte de mi hija, que me la mató las FARC» o «tejer me ha permitido liberar esas emociones por haber perdido mi esposo y mi hijo», o «tejer con bolsa plástica me ayudó a entender que debemos cuidar el medio ambiente»… esto para mí es gasolina pura que me impulsa a buscar oportunidades, a tocar puertas a nivel nacional e internacional.
Hoy entiendo que todo lo sembrando tiene una gran conexión con lo que se ha logrado y que una buena cosecha se demora en salir. Tanto así que he extendido a crear otro un semillero emprendedor donde invito a niños y niñas a que rompan paradigmas y esquemas de pobrezas soñando con ser emprendedores sociales.
Mi familia que es empresaria no entendía lo que hacía, no me apoyaban, he tocado puertas de entidades gubernamentales en el departamento y no se me han abierto, pero sí me han abierto puertas afuera y son puertas de alineadas a la energía de mi proyecto: Fundación She Is, RECON, Premios Verdes. El proyecto ha impactado tanto que ha traspasado fronteras. Ha sido mencionado como caso de éxito en la Universidad de Limonge Francia, Premios Verdes Latinoamérica, y múltiples reconocimientos nacionales e internacionales.
Lo único que puedo decir es: Créanle a los sueños… ellos saben el camino. Créanle a la intuición, cree en ti. No importa que estés en territorio de conflicto armado, que emprendas sin dinero. Los únicos que abren el camino son los sueños y te conectan con los seres que son.